Soy
muy cerrada, tengo la manía de guardarme todo para mi. Me cuesta
mucho compartir mis problemas con alguien. Prefiero callarme y morir
en silencio, esperando que todo se solucione o por lo menos que el
dolor disminuya.
Pensé
haberlo superado, cuando nisiquiera fui capaz de enfrentar mi
problema. Fui una cobarde al dejar el psicólogo, al dejar la
iglesia, al dejar que todo esto me afectara.
Tenia miedo de enconcontrarme conmigo misma en el proceso de "recuperación", temía ver un mounstro frente a mi.
He
llegado al punto en donde esto para mi es normal, apesar de que lo
odie. Ya me acostumbré a odiarme, a sentirme insatisfecha cuando me miro en un espejo...
¡Estoy agotada, de tener que luchar a diario conmigo misma!, ¡nose que significa este vacio y eso me altera!.
Las
personas tienen demasiados problemas como para que alguien venga a
molestarlo con los suyos propios... Al final lo único que nos dicen
es que todo va a mejorar. Estúpidos.
Después de tanto tiempo ¿como voy a salir de esto?. Es como
una droga, esta vez no tengo escapatoria. El suicidio no es la mejor
decisión, pero si una opción por la cual mi cobardia no me permite optar.